En el diseño de un proyecto de instalaciones solares, se deben tener en cuenta tanto los factores externos como los internos del equipo o instalación.
Factores externos, por ejemplo:
La trayectoria relativa del Sol
La intensidad de la radiación solar
El régimen de lluvias y nubosidad
La temperatura y humedad del medio ambiente
El régimen de vientos
La contaminación ambiental, principalmente el polvo y agentes corrosivos
Las sombras específicas del lugar
El consumo energético
En resumen, la capacidad y la orientación de cada instalación solar deberá ser analizada casuísticamente, considerándose todos los factores externos que influyen en la misma. Un sistema solar puede estar correctamente calculado y bien instalado, pero esto no basta para garantizar su buen funcionamiento.